CENIZAS NEGRAS

27.05.2013 21:27

Él nunca había disfrutado tanto de una mañana lluviosa, quizás porque ese día había saciado sus deseos. Su respiración acompañaba las gotas cayendo sobre el suelo; y su mirada, siempre tan fría y distante se unía con mis ojos por fin sin vida. Me miraba expectante, observaba nuestras almas, mi otro yo, nuestros días... Desde el suelo, imaginé cómo sería mi imagen, mi cuerpo desnudo, mojado, profanado por su sed. Mi corazón latía más fuerte que el día en que lo conocí. Entonces también llovía, pero con menor intensidad... Sus ojos negros reflejaban las cenizas de su alma, y permanecieron inmóviles durante horas, disfrutando del paisaje que tanto había ansiado contemplar. Yo, sin embargo, hacía ya algún tiempo que sin darme cuenta, había huído de allí. Pobre necio...nunca sabrá que su triunfo fue un engaño, que no fue ese el golpe que me mató, sino que muerta en vida, le dí lo que quería.

 

Serena Lajusticia